¿Whisky sin alcohol? La forma perfecta de perder un cliente fiel
Acabo de recibir un emailing que me ha dejado estupefacto. Me lo envía una web de venta de bebidas alcohólicas en la que habitualmente compro whisky de la variedad Islay: Talisker (30,95€) , Lagavulin (52,9€), Laphroaig (34,4€) o Ardbeg (38,3€). Y me escriben para ofrecerme un «whisky» sin alcohol de 4,7€ con la excusa de que después de las navidades tienes que darte un kit-kat de alcohol. Se me ocurren pocas formas de hacerlo peor porque:
- Es un mensaje que va contra su definición de negocio (bebidas alcochólicas premium)
- Disminuyen mi valor como cliente entre un 85% y un 92 %
- Me ofrecen un producto que me genera auténtico rechazo (whisky sin alcohol!)
- Y presuponen que en Navidad he cometido excesos..olé tú!

con un brebaje al que han llamado Whissin?

Si quieren perder un cliente, van por buen camino.

Posiblemente el peor error de emplazamiento publicitario que has visto JAMÁS
Creo que es imposible conseguir un peor emplazamiento para la publicidad de Go Vegan World que este display movil de Irlanda. Ni hecho a propósito.
Habéis sobrevivido a la maratón de Boston…porque este año no ha habido atentado
¡Menuda metedura de pata de Adidas! Todos los participantes de la maratón de Boston, más de 26.000 personas, recibieron un mensaje que decía: “¡Felicidades! Habéis sobrevivido a la maratón de Boston”. Teniendo en cuenta que en 2013 murieron 3 personas y más de 260 resultaron heridas a causa de la explosión de dos bombas cerca de la línea de meta de esta competición, este mensaje es, como poco, un poco insensible. Al final la marca tuvo que pedir perdón, pero el daño a su reputación ya estaba hecho.
A pesar de que en las últimas semanas hemos sido testigos de varias crisis de marca como la de Pepsi o la de United Airlines, parece que no todos toman ejemplo de las consecuencias de cometer errores en un mundo hiperconectado.
Cuidar la comunicación se ha vuelto especialmente importante para las compañías teniendo en cuenta que un pequeño error, hoy en día, puede llevar al desastre y causar un grave daño en su reputación.
La última en experimentar un “trágame tierra” ha sido Adidas a raíz de un email enviado a los corredores de la maratón de Boston celebrada este lunes.
Frenadol la lía parda
Cuando vi el anuncio por la tele no me lo podía creer. Y luego he comprobado que las redes sociales también han explotado con este anuncio de Frenadol, un tratamiento para resfriados y catarros. En el spot podemos ver a una familia feliz compuesta por un padre y dos hijos que se van de pesca en coche gracias a que Frenadol ha aliviado los síntomas del padre. Lo malo es que en el anuncio puede verse una leyenda que recomienda no conducir cuando se toma porque produce somnolencia y en el anuncio hay varios planos en el que se ve al padre conduciendo y, por tanto, poniendo en peligro la vida de sus hijos. ¿De verdad NADIE de la agencia o el anunciante lo había pensado?. Como trabajo desde hace casi 25 en esto tengo muy claro quién es el culpable del gazapo…pero me lo reservo para mi.
No es un error de emplazamiento…es mucho peor
Directamente desde Dubai Mireia Ruiz me ha enviado este garrafal error de colocación. Esta espectacular valla de 20 metros se colocó en la capital del emirato. Anunciaba la dureza de la nueva colección de relojes TAG Heuer. A simple vista no parece haber un error, pero ¡fijaos en el texto!
Lo más curioso de todo es que al acabar el montaje nadie ha parecido darse cuenta del error. No quiero pensar el pollo que se organizó con la empresa montadora, la agencia, el cliente…ufff, no me gustaría estar en la piel de ninguno de ellos.
Horrores ortográficos
Los errores ortográficos dicen mucho de las personas e, incluso, pueden traer problemas importantes. Recuerdo la primera vez que buscaba trabajo y que envié una modesta campaña de marketing directo para darme a conocer como copy. La campaña fue un éxito porque conseguí cerca de 80 respuestas y más de 20 entrevistas. Pero cuando fui a la primera de ellas y el director creativo que me entrevistaba me dijo que tenía 1 falta de ortografía (currículum sin tilde, no lo olvidaré jamás) quería morirme.
Las faltas de ortografía tienen un tremendo poder descalificador social porque el destinatario del texto puede sentirse ofendido o dejar de confiar en la persona, o la marca, que lo ha cometido. Todos podemos cometer errores, faltaría más, pero algunos pueden ser imperdonables. Mirad estos carteles, rótulos y anuncios y decidme qué imagen os transmiten. Algunos son especialmente sangrantes, ¡porque SON DE ESCUELAS! O uno de la Junta de Extremadura que llama paletos a quienes no visiten esa comunidad con una valla que tiene 3 faltas en 18 palabras.