Nadie se pelea delante de su mamá
Para acabar con la violencia en los estadios de fútbol brasileños (en Brasil el año pasado murieron 19 personas y resultaron heridas graves más de 130) se puso en marcha una sorprendente iniciativa. Las gradas de los seguidores más violentos estaban vigiladas por…sus propias madres. El experimento se realizó durante el partido más peligroso del año entre el Sport Club do Recife y el Náutico y el resultado fue de 0 incidentes. Y es que nadie se atreve a pelearse delante de su madre.